martes, 22 de noviembre de 2022

Remember, remember the 5th of November

 Ésta entrada fue publicada el 22/11/22 y sólo se publicó su título.


Pero recién hoy, 20/03/2023 relleno el cuerpo de la entrada. ¿Por qué? Bueno, ya te cuento.

El 5 de Noviembre del pasado año hice match con un señor Asturiano en una app de citas donde la mayoría somos miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

El día 23 del mismo mes y año, ingresé al Templo por primera vez y me fue una experiencia que aún hoy sigue cambiando mi vida para bien.

Por aquélla época, todavía iba al psicólogo, un muy buen profesional, que cuando planteé mis dudas acerca de seguir dándole lugar y tiempo al señor de Asturias, me aconsejó darle lugar a ser acompañada por un hombre que me cortejaba aunque yo no sintiese lo mismo. Que me permitiera vivir el proceso en el que estaba, de pronto entrar al Templo, acompañada de un sacerdote de Dios. Y bueno, así hice.

Recuerdo que el señor Asturiano estaba demasiado enganchado conmigo y a mi me pasaba que no me convencían muchas cosas, yo no me enganchaba. Pero siguiendo el buen consejo, me dejaba acompañar y aprendí alguna que otra cosa de dicho señor. Se que le rompí un poco el corazón cuando le dije que no podía seguir conversando con él, pero sucedió que sus propias palabras se hicieron realidad.

Y digo un poco, porque según llegué a ver en su Facebook hace poco tiempo (cuando lo fui a eliminar), mientras hablaba conmigo, salía con otra... sólo que en esa época aparentemente me tenía restringido el perfil a ciertas publicaciones. Así que bien por el poco honesto señor Asturiano que encontró una mujer con la cuál noviar. Volviendo a sus palabras que se hicieron realidad, él me dijo que cuando yo saliese del Templo ese primer día, sería una mujer nueva.

Efectivamente así fue, soy una nueva versión de mí. En beta permanente, o sea, en constante revisión y mejora. 

Me siento absolutamente agradecida y feliz de haber tomado semejante decisión de entrar al Templo, se que no viene solo con bendiciones, sino que es una gran responsabilidad, pero la llevo con alegría y honor. Me pesó quizás la primer semana, pero enseguida adquirí fortaleza espiritual para llevarlo como corresponde.

Claro que siempre habrá desafíos y oposición, pero la fe y le gracia que hoy tengo, sólo puedo sentir que crecerá y crecerá. Ruego que así sea, en el Sagrado nombre de Jesucristo. Amén.


Orar funciona

Y así como tiempo atrás empecé éste blog en un intento tierno de darle la bienvenida a mi vida a mi futuro esposo.

Un dia empecé a sentir debilitada mi esperanza en la existencia de éste gran amor eterno. Al tiempo el descrédito fue ganando terreno y llegó el día en que dejé de orar para encontrarte.

Hace un par de meses (aprox.) comenzó a consumirme la soledad, esa sensación en la que aunque estés acompañado estás sólo. 

Y ese amargor de la soledad se fue macerando en mi pecho hasta ahogarme por momentos, volviendome insoportable el no estar acompañada por un varón que me ame y al cual amar.

Así fue como el miércoles pasado, conversando con una sabía amiga y hermana, le conté que había dejado de orar para tener un compañero eterno, que ya no le veía mucho el sentido. Se lo conté en un mensaje de audio. Luego de su envío me entró la conciencia al cuerpo de lo que acababa de pronunciar en voz alta. Inmediatamente me arrodillé y oré, primero arrepintiéndome de haber abandonado la esperanza de conocerte en esta vida, segundo me arrepentí profundamente de haber dejado de orarle al Padre Celestial por vos, por tu bienestar y por encontrarte.

Enseguida se lo comuniqué a mi amiga, que había vuelto a orar por vos, un poco en automático y totalmente movida por la culpa, pero ahí estaba  yo, orando por ti. Ella, entre risas y sonrisas me dijo muy clarito que muy pronto estaría contándole que ese hombre había llegado a mí vida.

No pasaron 48 horas y ya tengo a 2 hombres nuevos en mi vida dándome charla. Pero lo importante creo que pasó ayer cuándo recordé como había estado escondiendo mis sentimientos hacia alguien que también proyectaba cierto amor hacia mí.

Anoche le pedí perdón a él, por haber puesto una muralla de hielo entre los dos, sin dejarlo llegar ni permitirle ver que me provoca algo lindo en el pecho.

Es decir que en 48 horas tuve 3 historias que contarle a mi amiga y a los 7 días, obtuve 3 lecciones de que por que al orar es fundamental abrirle la mente a Dios y derramar todo lo que ahi hay, luego abrir el corazón y permitir que Dios derrame su inmenso amor y te deje allí, regocijándote en tu nuevo estado mejorado.

Orar "a reglamento" me enseñó que la oración no debe tomarse a la ligera, que Dios da a quién pide y que a veces hay que prepararse para orar.

Luego de ésta experiencia le prometí a mi Padre Celestial que me iba a preparar para volver a orar por un compañero el día que entre al salón celestial por primera vez y que, desde ese día, lo haría frecuentemente. Por supuesto que todos mis otros convenios personales a éste respecto seguirían vigentes.