martes, 5 de marzo de 2024

Un cortito y al pie

Que un hombre te diga desconverge en una conversación es sencillamente glorioso.

Digo éso y me retiro entre risas al son de: ¡Me tiró! 

¿Será una señal del Altísimo que pasado y presente converjan?

Estoy empezando a creer que es cierto que encontrás cuando menos estás buscando.

Probablemente nadie más que yo y otro humano en ésta tierra entendamos éste post. Por hoy me basta con eso.

Por cierto: ¡Qué hermoso humano!

Hasta la próxima amiguitos.

(Hoy el post no es para vos, futuro esposo, porque en el mejor escenario vos ya llegaste)


martes, 27 de febrero de 2024

Se está cocinando un amor en el cosmos

La entrada de hoy tiene su origen en un video que pasó un gran amigo por WhatsApp en un grupo, el video se encuentra a continuación y el texto que lo sigue fue la respuesta que quise dar. Luego de leer semejante apertura decidí contestar: La ameeee!! y ya.

Vengo de unos días de angustia existencial, luego de más de un mes de cambios generados por exceso de Templo (como si tal cosa existiese), me alegra ver cómo esa angustia es el producto de estar duelando a quién solía ser para dar lugar a quien seré. Y seré esposa y madre, como me corresponde por mi función divinamente señalada desde antes que el mundo fuese mundo; soy una hija amada del Padre Celestial y no me voy a rendir a la deseperanza de que en toda la faz de la tierra no exista un hombre para mí. En algún lugar estás, esposo mío y no dudo que falta poco para que nos podamos reconocer. 

Sin más vueltas, te dejo con el video y el texto, te amo, tu Guadi.




En casa mi vieja cocinaba al milímetro con medidores, termómetros y demás chucherías... Mí abuela, su suegra, a ojo, pizca, chorrito y taza... Riquísimas sus comidas!!

Para mí hay recetas que se hacen con receta exacta, otras a ojo... Y las mejores: a la que se me va ocurriendo!! 

Estas últimas me las enseñó mi suegra (si porque me divorcié de su hijo, pero no de ella): son las de Hoy y nunca más después; se preparan o con lo que te sobró y/o con lo que te queda en la heladera o con lo que se te canta en el momento según el antojo que te posea.

¡¡Amo crear sabores únicos e irrepetibles!!

Agradezco a las 3 por su sabiduría e influencia, sin embargo, hubo otra mujer, muy fundamental en mi vida, que me enseñó a ponerle amor, el ingrediente que no debe faltar en ninguna comida: mí tía Maru.

Para ser honesta tuve la gracia de ser felizmente influida por otras féminas culinarias: 

Mi amada Lila (Hilda) quién me enseñó mucho acerca de vivir y me impregnó la alegría y optimismo que me caracteriza, ella me enseñó la importancia de cocinar cantando (y de vivir contenta). ¡Qué mujer, qué madre y qué ejemplo! Tuve el privilegio de que me criara en mis primeros años de vida, es la clase de amores que Dios te regala. Un ángel que pisó esta tierra y me maternó con un amor sin igual, puro. 

Hay otra influencia más, desde la sombra, una casi suegra que tuve (estuve comprometida con su hijo), Griselda, ella me enseñó a ponerle picante a la comida, ají molido y pimentón jamás faltaron en sus mezclas...  Pero lo más importante que hizo fue hacerme prometerle que yo iba a hacer un curso de cocina. Bastante tiempo después de haberme dejado de hablar con su hijo, hice ese curso, aunque ella falleció sin saberlo. Cumplo mis palabras, lo que me llevó a anotarme en un curso de cocina internacional que amé. Fue una experiencia en la que aprendí que yo podía ser tan buena cocinera como todas estas genias de la cocina que me precedieron.

Con el tiempo descubrí que lo que te hace cocinar mejor es tener a quién cocinarle con amor, porque por mucho que yo me ame, mis platos salen más ricos cuando cocino para dos o más.

jueves, 3 de agosto de 2023

Profecías

Quiero dejar bien asentado que hoy el Élder Gentile me dijo que en un año yo ya iba a estar sellada.

Hay más para contarte, como lo del pte Demars pero queda para otro día ya que estoy con sueño.

miércoles, 5 de julio de 2023

Sensación ondulante

Hola amado esposo,

Esta entrada es muy dicotómica.
Al igual que el gato de Schröedinger: siento que sos y no sos, que te conozco y que no te conozco, que falta poco y falta mucho. Que tengo esperanza en un nosotros y que no la tengo.

Inexplicable, porque suelo eliminar la incertidumbre cada vez que puedo, sin embargo está vez hay certidumbre de una cosa o la otra.

En fin, te necesito pronto, quiero compartir la vida.

Te espero con amor,
Guadi

lunes, 3 de julio de 2023

No me culpes por intentarlo

Dos meses y días después de mi anterior post, finalmente "hubo una cita" con el susodicho masculino SUD.

Honestamente yo fui a terminar de decidir si quiero seguir conociéndolo, porque ya no me estaban cerrando ciertas cosas.

Y me entristeció mucho decidir terminarla acá por lo menos por éste tiempo. No sé por qué me entristeció, pero lo hizo.

El motivo por el cuál seguiremos siendo sólo amigos es, entre otras cosas, porque no siento que yo te guste o me prestes la atención que merezco.

Me hubiese gustado que sea de otra manera, sin embargo confío en que Nuestro Padre Celestial tiene algo mejor planeado para cada uno. O simplemente aún no es el tiempo de que ésto suceda (me inclino más por la otra opción, pero bueno, nunca se sabe hasta que se sabe).

Sea como sea, puedo decir que los últimos meses han sido intensos a nivel emocional/sentimental porque en Mayo apareció un interesante sacerdote y hace 10 días otro. Por el momento, estoy conociendolos cómo amiga. En Junio también me confesó su enamoramiento un ser que desprecio profundamente por lo que bueno, no cuenta pero se agrega a la lista de sucesos relacionados con lo afectivo. A mediados de Junio, también, reapareció un alguien del pasado, arrepentidísimo y al saber de mi nueva vida creí que se había espantado, pero el viernes a la noche, reapareció dispuesto a bautizarse tan sólo para estar conmigo... Si bien acepté desayunar con él al día siguiente, fiel a mi máxima de que una primera cita no es vinculante ni se le niega a nadie excepto, desde ya, a seres evidentemente despreciables; aproveché esa oportunidad para regalarle un libro de mormón y acompañar a un enfermo y afligido. 

Estas últimas semanas han sido de muchísimo aprendizaje y decidí 3 cosas, pero ahora contaré las primeras y luego me explayaré sobre la tercera:

1) Oraré siempre que se presente una oportunidad de servicio desinteresado, para tener certeza de que es la voluntad de Dios que yo sirva en esa causa.

2) Seré valiente para amar.

Hace un tiempito que tengo la sensación de que es inminente que vaya a conocer a mi futuro esposo.

O sea a vos, el destinatario de éste blog. 

Volviendo a conectarme contigo, mi anhelado futuro esposo, siento que he sido preparada rigurosamente una y otra vez para cuando llegues a mi vida o si ya estás en ella, se haga manifiesto nuestro amor.

La tercera decisión, es la más importante ya que me coloca en un estado de arrepentimiento enorme.

 Por mucho tiempo he estado conversando con Robert Thompson, un californiano hermoso con quién la conexión espiritual, las charlas y el sentido del humor, siempre han sido geniales. Él se enamoró de mí, pero a mí solamente me gustaba. Además tibia, cobarde y hasta pretenciosa, porque una cosa que me hizo no entregarme a ésta historia completamente fue que no veía en él el potencial de liderazgo que a mí me atrae ni tampoco la inteligencia que me es tan afrodisíaca.

Me equivoqué cuando no seguí la impresión del Espíritu que me decía que lo intentara con él, no recuerdo cuándo fue que finalmente oré para tener esa respuesta, pero sí puedo decir que el 19 de Mayo él me recordó que haga la pregunta, así que tuvo que ser después que la hice. Ayer a la noche me escribió para contarme que se casa, nos conectamos a una videollamada y me contó los detalles. Hace 15 días nomás que se empezaron a dar las cosas con Kristina, su bestie (mejor amiga) desde hace 5 años. Algo simpático que sucedió en esa charla fue que yo le consulté acerca de en qué lugar queda nuestra amistad y le expresé mi deseo de continuarla, siempre y cuando Kristina estuviese de acuerdo. A lo que él me respondió: No se cómo yo me sentiría hablándole a mi novia acerca de mi ex novia. Y creo que ahí se me terminó de caer el velo de los ojos: éste hombre me consideró su novia, vaya a saber una por cuánto tiempo mientras que yo me daba el lujo de no saber qué hacer con lo que me pasaba con él. Lo que me llevó a sentir que me merecía la soledad que a veces me pesa por el simple hecho de que no le dí un buen lugar en mi corazón a este valioso sacerdote.

Hace un momento, sentí un pensamiento confortante: Quizás el Señor me puso ésta lección para enseñarme un nivel de obediencia superior que él necesita que yo tenga en el futuro. Sentí que, al igual que la transgresión de Eva y Adán, el plan de Dios siempre fue que yo lo rechazara a Robert. Lo que me lleva a plantear la 3er decisión:

3) Jamás volveré a orar al Padre solicitando su guía si no estoy dispuesta a seguirla.

Me caigo de sueño, futuro esposo, me voy a descansar. Dios bendiga grandemente cada momento de tu vida.

Te amo siempre,

tu Guadita                                                                  




lunes, 24 de abril de 2023

El esfuerzo siempre florece

 Ya diré qué cosas acontecieron hoy, pero el título es por todo lo que pasó hasta ahora.

Siendo optimista, así sigue ésta historia:

No lo se, pero me arriesgo, total el NO, ya lo tengo.

Hay cosas que pasan una sola vez en la vida y otras dos. Yo seré la segunda mujer que te dice algo así, vos sos el segundo hombre que me hace sentir flores en el corazón.

Esta es mi única vez en la que encaro a un varón y le expreso sentimientos tan profundos. Nunca antes me sentí tan segura de algo. Aunque estuve muy nerviosa cuando te lo dije.

Quiera Dios que seamos algún día algo más que dos grandes consiervos trabajando en la obra.

Hoy no puedo decir que te amo, tal como lo hice en posteos anteriores.


Esos posteos fueron para alguien sin rostro ni nombre, aunque se cumple mi revelación del día: 

En el que se me dice literalmente que el hombre con el que he de sellarme, ya estaba presente en mi vida.

Desde esa fecha, me devané los sesos buscando a mi alrededor a ese afortunado, sin embargo mil y un veces me dí por vencida en tal hazaña de descubrirte y, confieso, que miré afuera; no siempre de la Iglesia, pero sí de mis conocidos. Sabiendo que Nuestro Padre Celestial también se revela por símbolos, dudé de mi revelación y puse a prueba la misma, no hallando más que callejones sin salida.

Quisiera expresarte que tu franqueza de hoy, sólo afirma mi determinación de esperar el tiempo necesario. Se trate de la cantidad de segundos que se trate, puesto que los tiempos del Señor son inciertos y se revelan según estemos preparados para aceptar los desafíos que llegan con el siguiente paso.

Hasta hoy cada posteo fue para mi futuro esposo, ese que amaré por toda la eternidad.

El presente tan sólo es para tí, mi querido masculino SUD.

Te veo como un adorable ser lleno de ternura y alegría, siempre brillando para ayudar a los demás. Nada me hace más feliz que saber que quizás algún día, vos tengas una respuesta; sea positiva o negativa, se que será la correcta.

Te quiero siempre, como amigo eterno y quién te dice, alguito más.

Tu Guadi

lunes, 20 de marzo de 2023

Un relato con testimonio

 Si bien éste blog es para mi futuro esposo, sea cuando sea que suceda dicha unión, sea cuando sea que conozca a ese admirable ser... hoy quiero compartir algo que surgió por pedido de una amiga, Cintia A. hace tiempo.

Juntas administramos un grupo de WhatsApp que se creó en pandemia, todas mujeres, todas miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Allá por Febrero, cuando me apartaron como obrera del Templo ella me pidió que de un testimonio en el grupo, a lo que le pedí que esperara a que yo bajase de la nube en la que me sentía flotar. Pues bien, recién ayer sentí el impulso de escribir dicho testimonio y ésta mañana recién tuve oportunidad de hacerlo.

Al grupo lo mandé en varias partes, pero luego sentí compartirlo en otro grupo más y fue maravilloso porque una hermana de zona Sur de Gran Buenos Aires me testificó que mis palabras fueron la respuesta a sus oraciones.

Como veo que éste relato con testimonio tiene un lindo mensaje y poder, lo voy a compartir aquí también ya que deseo que más personas puedan sentir el amor de Jesucristo.

Recuerda que esto fue escrito para un grupo de WhatsApp de mujeres, pero se aplica a todos los hijos e hijas de Dios, que somos todos.


PARTE I

Hace unos años, adquirí la costumbre de no hacer preguntas antes de la Conferencia General sino a escuchar atentamente y luego de la misma, tomarme un tiempo para reflexionar y hacer convenios personales con el Señor hasta la siguiente confe.

En la de Octubre de 2021, me comprometí a ir mensualmente al Templo. Teniendo el Templo relativamente cerca, sentí que era muy injusto de mi parte no asistir con regularidad siendo que hay muchas personas que sólo pueden acceder con suerte una o dos veces al año por estar lejos, con el tiempo y dinero que eso les implica.

En cuanto abrió el Templo, comencé a asistir. Claro que justo mi recomendación se había vencido y hasta que la tuve pasó un mes y medio. Pero eso no me impidió asistir, tal como le había prometido al Padre. Iba al jardín, hacía mis oraciones y volvía. Otras veces, como no conseguía lugar para los días y horarios que yo podía asistir, simplemente me acercaba al bautisterio y preguntaba si podía ayudar en algo. Siempre me dijeron que sí, entonces tuve oportunidad de servir de muchas maneras en el bautisterio. 

En ese momento yo no tenía mis investiduras, por lo que 2022 fue el año de los bautismos. Fui fielmente cada mes, excepto Febrero, bauticé e hice bautizar a cientos. Para compensar Febrero en Marzo fui 2 veces. Para esa época, como casi siempre sucede, el diablo metió la cola, por primera vez desde mi bautismo, dejé de tener experiencias espirituales significativas. De pronto oraba y no sentía nada, las impresiones del espíritu brillaban por su ausencia, iba a la capilla y no se me caía una emoción al escuchar un discurso o un testimonio, leía las escrituras y era como leer un cuento, nada tocaba mi corazón. Empecé a sentir deseos de dejarlo todo, aunque en mi mente no quería y recordando mi convenio bautismal, yo quería perseverar hasta el fin pero de pronto eso parecía una tortura. ¿Se imaginan no sentir nada nunca más en cuanto a las cosas del Señor? 


PARTE II

Recuerdo que llevaba con pesar este vacío de sentires que pasó por unas semanas cuando casualmente se lo comenté a una amiga miembro de la Iglesia. Ella me escuchó con compasión y me aconsejó hablarlo con alguno de mis líderes. Le comenté a mi obispo lo que me venía pasando al día siguiente por WhatsApp y le pedí una entrevista. Ni lerdo ni perezoso él me llamó ese mismo viernes a la noche con un montón de soluciones. En principio me explicó que a veces estas son pruebas de fe que el Señor mismo nos pone para probarnos. Luego, como todas sabemos, que no siempre vamos a sentir todo al 100% a veces más, a veces menos y a veces nada. Luego me exhortó a que no dejara de hacer las cosas cotidianas como orar o leer las escrituras "porque ya no sentía lo mismo" sino que lo hiciese aún sintiendo nada, pues el Señor vería esa predisposición y además yo no me pondría en riesgo de alejarme del Salvador. Finalmente, me invitó a que los acompañara al día siguiente al Templo, ya que iría con los jóvenes al bautisterio. Y así hice.

¡Qué decirles amigas y hermanas! Me volvió el alma al cuerpo ese sábado, fue maravilloso volver a sentir todo lo que siempre había sentido y aún más. Y agradecí tanto, pero tanto al Señor que él me fue regalando en las siguientes semanas oportunidad de asistir 5 semanas seguidas más. Y ahí ocurrió el milagro, ya que un día es esas semanas, estando en las confirmaciones, de pronto alcé mi cabeza y a través de la ventana que estaba a mi derecha ví pasar a una obrera... y supe que ese era mi destino no tan lejano.


PARTE III

La asistencia mensual, se volvió semanal. Hubo pruebas y trabas y desafíos, pero siempre estuve allí, en Su Santa Casa. Llegó mi tiempo de tomar mis investiduras recién en Noviembre del año pasado. Fui apartada como obrera el pasado Febrero. El gozo que he sentido desde entonces es aún mayor y más indescriptible, ya que es un sentimiento que no es de éste mundo.

Sí les puedo contar que al tomar mis investiduras y escuchar los convenios mayores, sentí una compasión gigante por aquellos que ya no tienen un cuerpo y la libertad de hacerlos por sí mismos, que dependen de nosotros para poder avanzar en la senda. Esa compasión me llevó a dedicarle todo el tiempo que puedo a la obra, ya sea en el Templo o en casa indexando o trabajando en mi árbol genealógico. De pronto cosas que me parecían prioritarias ahora me parecen insignificantes al lado de hacer avanzar la obra.

Estar en el Templo, aunque más no sea en el jardín, nos bendice enormemente y nos da la guía que necesitamos para nuestra vida. Aunque al principio parezca que no, siempre es así. El Padre ama recibirnos en su casa y tenemos que poder hacer el esfuerzo de acercarnos todo lo que podamos. Si por temas geográficos o de tiempo se nos complica: hagamos Historia Familiar.


PARTE IV (y última)

Hermanas, amigas, si alguna no está en armonía con el Señor, pónganse en campaña para estarlo. Sea que tengan que volver a asistir a la capilla, confesar algún desliz, pagar los diezmos, lo que sea que sea que las esté alejando, no permitan que continúe. Nuestro Padre está deseoso de verlas en su casa, nos quiere allí con él y que algún día veamos su faz. Él quiere colmarnos de bendiciones y muchas veces somos nosotras quienes nos restringimos las mismas sin darnos cuenta. Si alguna aún duda si recibir sus investiduras, oren y el Espíritu les testificará lo bendecidas que serán al dar ese grandioso paso.

Yo les testifico que todo lo que ahora pueda estar mal en sus vidas, se enderezará y cambiará si ponen al Padre y su obra del templo en primer lugar en sus vidas.

No he dejado de tener dificultades, claro que no, pero ahora mi sabiduría para afrontarlas, el temple que tengo ante la adversidad es otro, soy una persona nueva y sigo aprendiendo a ser más como él me quiere ver y eso me da felicidad porque estar en Sus manos, como arcilla, es la mejor decisión que pude tomar junto con ser mamá.

Yo se que nuestro Salvador vive y que cada vez falta menos para que vuelva, que todos somos indispensables en su plan de felicidad y que podemos tomar un rol activo para ayudar en ésta causa, que es tan noble. Estamos en la Iglesia verdadera y tenemos el más perfecto de todos los libros a disposición junto con un Profeta de Dios que pronto nos hablará en Su nombre. 

Hermanas, aprovechemos ésta oportunidad única de recoger a Israel de ambos lados del velo. Las amo y ruego que seamos bendecidas en todas las cosas y podamos continuar ésta amistad por ésta vida y por la eternidad. Lo dejo en el nombre de Jesucristo. Amén.