miércoles, 5 de julio de 2023

Sensación ondulante

Hola amado esposo,

Esta entrada es muy dicotómica.
Al igual que el gato de Schröedinger: siento que sos y no sos, que te conozco y que no te conozco, que falta poco y falta mucho. Que tengo esperanza en un nosotros y que no la tengo.

Inexplicable, porque suelo eliminar la incertidumbre cada vez que puedo, sin embargo está vez hay certidumbre de una cosa o la otra.

En fin, te necesito pronto, quiero compartir la vida.

Te espero con amor,
Guadi

lunes, 3 de julio de 2023

No me culpes por intentarlo

Dos meses y días después de mi anterior post, finalmente "hubo una cita" con el susodicho masculino SUD.

Honestamente yo fui a terminar de decidir si quiero seguir conociéndolo, porque ya no me estaban cerrando ciertas cosas.

Y me entristeció mucho decidir terminarla acá por lo menos por éste tiempo. No sé por qué me entristeció, pero lo hizo.

El motivo por el cuál seguiremos siendo sólo amigos es, entre otras cosas, porque no siento que yo te guste o me prestes la atención que merezco.

Me hubiese gustado que sea de otra manera, sin embargo confío en que Nuestro Padre Celestial tiene algo mejor planeado para cada uno. O simplemente aún no es el tiempo de que ésto suceda (me inclino más por la otra opción, pero bueno, nunca se sabe hasta que se sabe).

Sea como sea, puedo decir que los últimos meses han sido intensos a nivel emocional/sentimental porque en Mayo apareció un interesante sacerdote y hace 10 días otro. Por el momento, estoy conociendolos cómo amiga. En Junio también me confesó su enamoramiento un ser que desprecio profundamente por lo que bueno, no cuenta pero se agrega a la lista de sucesos relacionados con lo afectivo. A mediados de Junio, también, reapareció un alguien del pasado, arrepentidísimo y al saber de mi nueva vida creí que se había espantado, pero el viernes a la noche, reapareció dispuesto a bautizarse tan sólo para estar conmigo... Si bien acepté desayunar con él al día siguiente, fiel a mi máxima de que una primera cita no es vinculante ni se le niega a nadie excepto, desde ya, a seres evidentemente despreciables; aproveché esa oportunidad para regalarle un libro de mormón y acompañar a un enfermo y afligido. 

Estas últimas semanas han sido de muchísimo aprendizaje y decidí 3 cosas, pero ahora contaré las primeras y luego me explayaré sobre la tercera:

1) Oraré siempre que se presente una oportunidad de servicio desinteresado, para tener certeza de que es la voluntad de Dios que yo sirva en esa causa.

2) Seré valiente para amar.

Hace un tiempito que tengo la sensación de que es inminente que vaya a conocer a mi futuro esposo.

O sea a vos, el destinatario de éste blog. 

Volviendo a conectarme contigo, mi anhelado futuro esposo, siento que he sido preparada rigurosamente una y otra vez para cuando llegues a mi vida o si ya estás en ella, se haga manifiesto nuestro amor.

La tercera decisión, es la más importante ya que me coloca en un estado de arrepentimiento enorme.

 Por mucho tiempo he estado conversando con Robert Thompson, un californiano hermoso con quién la conexión espiritual, las charlas y el sentido del humor, siempre han sido geniales. Él se enamoró de mí, pero a mí solamente me gustaba. Además tibia, cobarde y hasta pretenciosa, porque una cosa que me hizo no entregarme a ésta historia completamente fue que no veía en él el potencial de liderazgo que a mí me atrae ni tampoco la inteligencia que me es tan afrodisíaca.

Me equivoqué cuando no seguí la impresión del Espíritu que me decía que lo intentara con él, no recuerdo cuándo fue que finalmente oré para tener esa respuesta, pero sí puedo decir que el 19 de Mayo él me recordó que haga la pregunta, así que tuvo que ser después que la hice. Ayer a la noche me escribió para contarme que se casa, nos conectamos a una videollamada y me contó los detalles. Hace 15 días nomás que se empezaron a dar las cosas con Kristina, su bestie (mejor amiga) desde hace 5 años. Algo simpático que sucedió en esa charla fue que yo le consulté acerca de en qué lugar queda nuestra amistad y le expresé mi deseo de continuarla, siempre y cuando Kristina estuviese de acuerdo. A lo que él me respondió: No se cómo yo me sentiría hablándole a mi novia acerca de mi ex novia. Y creo que ahí se me terminó de caer el velo de los ojos: éste hombre me consideró su novia, vaya a saber una por cuánto tiempo mientras que yo me daba el lujo de no saber qué hacer con lo que me pasaba con él. Lo que me llevó a sentir que me merecía la soledad que a veces me pesa por el simple hecho de que no le dí un buen lugar en mi corazón a este valioso sacerdote.

Hace un momento, sentí un pensamiento confortante: Quizás el Señor me puso ésta lección para enseñarme un nivel de obediencia superior que él necesita que yo tenga en el futuro. Sentí que, al igual que la transgresión de Eva y Adán, el plan de Dios siempre fue que yo lo rechazara a Robert. Lo que me lleva a plantear la 3er decisión:

3) Jamás volveré a orar al Padre solicitando su guía si no estoy dispuesta a seguirla.

Me caigo de sueño, futuro esposo, me voy a descansar. Dios bendiga grandemente cada momento de tu vida.

Te amo siempre,

tu Guadita